Seguro que muchos de vosotros os habéis encontrado en algún momento con un amigo o amiga que iniciaba una relación de pareja que le hacía transformarse. Adoptaba los gustos de la otra persona, su grupo de amigos y hasta sus preferencias gastronómicas o políticas.

En esa situación, como buen amigo/a decidiste tratar de despertarle y decirle que había dejado de ser la persona que era y que estaba renunciando a su identidad y que si su pareja le merecía debía aceptarle como era.

Es curioso, porque eso mismo es lo que hacen todo el tiempo las empresas y marcas y nos parece manipulación.

Cualquier marca que realmente haya decidido situar el marketing como filosofía central sobre la que construirse, comenzará por conocer en profundidad al público al que quiere dirigirse para a continuación tomar cada una de sus decisiones con el fin de satisfacerlo. Desde su nombre hasta la organización interna de los distintos departamentos, pasando por supuesto por su cartera de productos, política de precios, distribución o comunicación. Todos esos aspectos estarán diseñados con el único objetivo de encajar con las preferencias de aquellos a los que dirige su oferta.

Tanto es así, que los profesionales del marketing hemos conseguido convencerlas de que ya ni siquiera deben tener como objetivo último la transacción, sino que su objetivo último debe ser la relación a largo plazo con cada uno de sus clientes y que eso lo conseguirán haciendo promesas y manteniéndolas.

Probablemente la inmensa mayoría de las personas a las que pudiéramos pedir que nos enumeraran actividades de marketing, centrarían sus respuestas en la publicidad y si acaso en la venta. Efectivamente ambas son herramientas de marketing, pero sólo son parte de una de las patas del marketing que se llama comunicación.

¿Os habéis preguntado para qué quiere Coca-Cola una fanpage en Facebook? que yo sepa no vende por ahí sus productos, y si sólo se tratara de hacer publicidad podría limitarse a contratar campañas y listo ¿no?

La Fanpage de Coca-Cola busca establecer y mantener, junto con otras acciones, una relación contigo. Sin más, Coca-Cola, que vende 1.000.000.000 de envases diarios y es la segunda palabra más pronunciada en el mundo después de ok, quiere ser tu amiga.

Y lo quiere porque quiere conocerte, saber todo lo posible sobre ti, lo que te gusta, con qué te identificas, cómo usas sus productos, qué puede hacer para mejorarlos y contarte qué está haciendo, preguntarte qué te parece, dejarte elegir cómo debe ser su próxima campaña, etc.

Porque eso es marketing, reinventarse permanentemente como marca para parecerse cada vez más a ti. Nadie estará “haciendo marketing” cuando esté tratando de convencerte de algo que no quieres o de venderte algo que no encaja contigo, aunque lo haga usando algunas de sus herramientas.

Aunque eso sí, todo esto no lo hacen porque tengan un corazón que no les cabe en el pecho, lo hacen porque reduce el riesgo de fracaso en el lanzamiento de nuevos productos, porque es más barato retener un cliente que ganarlo y, en general porque poner al cliente en el centro y crecer alrededor de una relación con él es más rentable.

Pero recuerda que, de camino, tu sales ganando.

 
 

Carlos Pizcos

Autor: Carlos Pizcos

Consultor en negocios digitales, crecimiento y posicionamiento digital.
Profesor en el Programa SmmUs (Social Media Marketing) de la Universidad de Sevilla, conjunto de titulaciones de posgrado articuladas en las figuras de Título Experto Universitario y Máster Propio. Cursos sobre social media en Cámaras de Comercio de Málaga, Sevilla y Córdoba.
Business Mentor en Andalucia Open Future, proyecto impulsado por Telefónica, Junta de Andalucia y Ayuntamientos de Málaga, Almería y Sevilla.

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